El gran día llego, y con el los nervios de Laura. Acompañada por amigas y familiares, ella nos recibió en el Hotel Ros Tower de Rosario. En la calidad y humedad tarde rosarina, nos impresionó, lo cómodo que estaba Laura y sus amistades en la habitación 804 de ese importante hotel.

El reloj con sus amenazantes agujas, nos sentencio. Llegaría Nicolás a su encuentro. Si, como les dije. Nicolás, el novio y a minutos de ser el flamante esposo, vendría al hotel en busca de la mujer que eligió, para que lo acompañe toda la vida.

Después de este rato de tranquilidad que ellos tuvieron, nos dirigimos con todo nuestro equipo a la Pquia de Nuestra Señora de Lourdes, también de Rosario. Una ceremonia hermosa y muy conmovedora. En esta maratónica noche, lo único que nos faltaba era el civil. Que se desarrollo en el salón de fiesta Quinta Sinfonía de Granadero Baigorria, que es una hermosa ciudad que limita al sur con la de Rosario.

Fuimos testigos privilegiados de la boda de Laura y Nicolás. Gracias por elegirme, para que guarde con mis imágenes, la noche del “si”.