«una noche repleta de emociones»

 

Que difícil se hace poder expresar lo que viví junto a Rocío en la noche de su fiesta. Corrían 12 días del mes de Marzo, cuando en una tarde fresca de sábado, al llegar a su casa, fue grande la admiración. Ya que lejos había quedado esa adolescente de cabellos enrulados. Me encontraba junto a una mujer con alma de niña.

Verla dentro de su vestido blanco, con algunos detalles en perlas del mismo color, fueron los detonantes que me dejaron paralizados. Pero pronto reaccioné cuando con una gran sonrisa (característica en ella) me miro y me dijo: “Leo, vamos a hacer las fotos…?”.

Además vi y sentí la alegría de su mamá Liliana y los nervios de papá Fernando. Qué decir de la pequeña, sus ojos no le alcanzaban para ver todo lo que veía a su alrededor. Seguramente soñaba muy dentro suyo con poder ella también ser parte de este sueño.

Luego de algunas fotos en su casa, nos trasladamos a donde realizaríamos, la sección fotográfica nocturna. Para ser más preciso a Rumah. Sin olvidarme y agradecer a Vanesa por facilitarnos las locaciones de este maravilloso lugar.

Siempre primo en Rocío, la alegría, la simpatía y la predisposición constante. Debo agradecerle porque esta noche me sentí muy cómodo y a gusto con ella y su familia.

La fiesta se desarrollo en la ciudad de Granadero Baigorria, más exactamente en el Salón “Gala”. Tengo que agradecer una vez más a Horacio y todo su team, por tratarnos siempre tan bien, haciéndonos sentir como en casa.

Para terminar agradezco a la Flia. Carrizo completa por dejarme ser el encargado de contar esta historia de los quince de Rocío. Gratifico por este privilegio y espero que pronto nos volvamos a encontrar en otro evento y porque no en algún bar reviviendo anécdotas de esta noche.

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